La Kombucha es una bebida probiótica que ya se consumía en China hace más de 2.000 años y tradicionalmente se ha elaborado siempre de forma casera.
Se elabora a partir de té endulzado que ha sido fermentado por una colonia simbiótica de bacterias y levadura llamada SCOBY, que son las iniciales de «Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast», en Español: “Hongo de Kombucha”.
La Kombucha genera enzimas, ácidos orgánicos y algo de alcohol. También contiene polifenoles y un poco de cafeína dependiendo del té que ha sido utilizado, lo que le otorga propiedades antimicrobianas y antioxidantes con efectos beneficiosos para el organismo.
La kombucha natural tiene un sabor ligeramente ácido parecido a la sidra aunque una vez hecho se pueden crear muchos sabores diferentes a cada cual más rico.
Posibles beneficios:
Combate la gastritis, gracias a que ayuda a eliminar la bacteria H, pylori, una de las responsables de este padecimiento.
Previene diversas infecciones intestinales y urinarias, evitando la proliferación de bacterias y hongos perjudiciales.
Es un excelente desintoxicante, el cual se une a las moléculas tóxicas del organismo y estimula su eliminación a través de la orina y las heces.
Previene problemas de gota, artritis, reumatismo y cálculos renales.
Equilibra la flora intestinal y tiene efecto laxante.
Reduce el estrés, el dolor de cabeza y combate el insomnio.
Fortalece el sistema inmunológico.
Ayuda a normalizar la presión arterial.
Disminuye síntomas relacionados con la menopausia.